En un giro inesperado, Claudio Lovera, abogado de la Conmebol, ha sacado a la luz la falta de rigurosidad del Banco Atlas en el manejo de fondos millonarios por parte del difunto Nicolás Leoz, exdirigente de la entidad futbolística sudamericana. Según Lovera, el banco, perteneciente al Grupo Zuccolillo, no ejerció las debidas diligencias en la supervisión de transacciones que superaron el millón de dólares en tan solo tres días.
Este descuido en los controles internos del Banco Atlas ha sido crucial en el esquema de lavado de dinero que involucra a Leoz, cuyas actividades financieras han estado bajo la lupa desde que el Ministerio Público de Paraguay recibió denuncias al respecto. A pesar de los ataques mediáticos que buscan intimidar, la investigación continúa su curso, revelando una historia de negligencia y omisiones que datan desde 2017.
La auditoría forense ordenada por la Conmebol y dirigida por Alejandro Domínguez, y la posterior denuncia penal en Paraguay contra Leoz, han destapado una serie de operaciones financieras sospechosas. Estas incluyen movimientos de fideicomiso realizados en 2016, que ahora se ven ensombrecidos por la relación previamente establecida entre Leoz y el Grupo Zuccolillo, y la falta de acción adecuada por parte del banco frente a un cliente de alto riesgo.
La preocupación crece dentro de la Conmebol y asociaciones afiliadas, quienes exigen respuestas y acciones concretas para evitar la prescripción de los delitos. La reunión reciente con el fiscal general del Estado ha reforzado la urgencia de avanzar en la investigación, mientras que el Grupo Zuccolillo enfrenta nuevas críticas por su posible complicidad en el caso. La trama se complica a medida que se desenreda, poniendo en evidencia la complejidad del lavado de dinero en el mundo del fútbol sudamericano.