Un individuo que logró hackear la consola Nintendo Switch se enfrenta a una condena inusual: pagar el 30% de su sueldo de por vida a la empresa japonesa. Si hay algo por lo que Nintendo tiene fama, es su firme defensa de los derechos de sus videojuegos y personajes, así como su persecución implacable de quienes violan sus marcas registradas.
El líder del grupo responsable de este hackeo, Gary Bowser, originario de Toronto, Canadá, pero residente en República Dominicana, fue detenido después de que Nintendo presentara una denuncia. Bowser confesó su participación en el hackeo y fue condenado a pagar 14 millones de dólares por vulnerar el sistema de la compañía.
Aunque pasó algunos meses en prisión, Bowser fue liberado debido a su edad, pero ahora enfrenta la obligación de pagar entre el 25% y el 30% de su sueldo por el resto de su vida. A pesar de esta carga financiera, el individuo se muestra resignado y comenta: “Pagaré lo que pueda, que no será mucho dinero, eso seguro. Además, podría ser mucho peor”.
Este caso demuestra cómo Nintendo no se anda con rodeos cuando se trata de proteger sus intereses, incluso si eso significa aplicar un “game over” financiero a quienes intentan vulnerar sus sistemas.