El Grupo Vierci, a través de su medio insignia Telefuturo, ha desplegado en los últimos días una estrategia mediática claramente dirigida a desacreditar el nuevo sistema de máxima seguridad implementado por el gobierno de Santiago Peña. Con un despliegue de «humo» y falsedades, pretenden sembrar dudas sobre los avances en la lucha contra el crimen organizado.
Sorprende ver cómo el mismo conglomerado de medios (y periodistas estrellas), que en su momento guardaron un silencio cómplice, ahora recurre a una «gran parafernalia» para difundir información supuestamente proporcionada por un exfuncionario vinculado a actos de corrupción. Presentan como exclusiva una historia sobre un supuesto intento de Armando Javier Rotela, capo del crimen, de tomar el control de un Penal de Máxima Seguridad. Una narrativa oportunista y tendenciosa.
Armando Javier Rotela, quien fue el indiscutible amo y señor de la Penitenciaría de Tacumbú durante el gobierno de Mario Abdo, gozó del silencio aterrador de este mismo grupo de medios. Hoy, estos periodistas, que antes guardaban mutismo absoluto, se hunden en la marginalidad periodística, publicando imágenes del «todopoderoso Rotela» en un intento patético por romper cámaras con sábanas y botellas, mientras callaron cuando Tacumbú era su feudo, su fortaleza inexpugnable.
El Ministro de Justicia, Rodrigo Nicora, dejó en claro que tras los incidentes con Rotela en el Penal de Emboscada, se tomó la decisión de destituir a nueve funcionarios, incluyendo al exdirector. Rotela ahora enfrenta un régimen aún más severo, sin siquiera el acceso de las visitas familiares, y siete de sus secuaces han sido trasladados al Penal de Máxima Seguridad de Minga Guazú.
La pregunta que nos hacemos es: ¿Por qué Telefuturo decide alzar la voz ahora, y no cuando Rotela reinaba sobre Tacumbú?